A la espera de noticias sobre su estado físico tras el partido entre Manchester City y Arsenal, Pep Guardiola dejó claro cuánto valor le da a Rodri Hernández. «Es el mejor centrocampista del mundo», concluyó el técnico catalán, que antes de convertirse en fraile fue cocinero en esa profesión de centrocampista. Ahora tendrá que prescindir de su jugador más indiscutible, al menos en el futuro inmediato. La rodilla derecha de Rodri es motivo de gran preocupación y podría incluso perderse toda la temporada si se cumplen los peores pronósticos. Una rotura del ligamento cruzado le obligaría a pasar por el quirófano y soportar largas semanas de recuperación. «Es un Balón de Oro en potencia», explicó Guardiola tras el partido que acabó en empate ante el Arsenal y la mala noticia sobre el jugador del Real Madrid. De hecho, la presencia de Rodri al menos en el podio del mejor jugador del mundo se da por segura en la gala que tendrá lugar el 28 de octubre y en la que aspira a ser el segundo español, tras Luis Suárez, en alzarse con el galardón. Pero será en dique seco.
La lesión se produjo al final de una semana en la que alzó la voz sobre la saturación del calendario al que están sometidos los jugadores. Rodri disputó la temporada pasada 63 partidos, diez de los cuales fueron con la selección española y cincuenta con la suya, sin contar tres amistosos. La pretemporada comenzó el 17 de julio de 2023 con una gira por Extremo Oriente y finalizó el 14 de julio de 2024 con la final de la Eurocopa en Berlín, partido en el que tuvo que abandonar en el descanso por lesión. La temporada anterior, con el City llegando a la final, había disputado 70 partidos, por lo que después de varias temporadas con un calendario agotador, Guardiola decidió darle una dosis este verano. Por ello, se informó que una lesión en el muslo lo mantuvo alejado de la Community Shield el pasado 10 de agosto.
De hecho, había regresado a la disciplina de su equipo tres días antes de aquella cita. Tampoco disputó los tres primeros partidos de la Premier League ni el partido de la Nations League contra la Roja en Serbia. Debutó con la selección el día 8 en Suiza, a la hora de partido, luego jugó el descanso contra el Brentford, disputó el partido de Champions contra el Inter y perdió contra el Arsenal a falta de veinte minutos para el inicio. El incidente de su lesión parecía accidental, un mal paso, pero ya había presentido que estaba en su límite. “Por mi experiencia puedo decir que jugar 60 o 70 partidos no es lo óptimo. Un jugador podrá llegar al máximo nivel si juega entre 40 y 50 partidos. Luego baja porque es imposible mantener el nivel físico. Este año podríamos llegar a 80, y en mi humilde opinión son demasiados. Alguien tiene que cuidarnos porque somos los protagonistas de este deporte, negocio o como quieras llamarlo. Si la gente quiere ver un fútbol mejor, necesitamos descansar».
Rodri, que tiene contrato con el City hasta junio de 2027, subrayó que ya se están sugiriendo medidas de presión entre los jugadores para frenar tanta exigencia y explicó que el parón tras la Eurocopa le había servido. “Tuve como un mes de descanso, que terminaron siendo dos meses. Fue agradable para mí detenerme y prepararme. También para desconectar mentalmente”, advirtió. Pero todos los planes se vinieron abajo por una lesión que llegó en su mejor momento como futbolista, cuando era considerado un referente universal en su rol de mediocampista.