sábado, julio 27

Xavi persiste en sus críticas a los árbitros: “Creo que estamos pagando el caso Negreira” | Fútbol | Deportes

Ni siquiera una celebración pacífica cuenta con Xavi, que salta para festejar el gol de Gundogan, que abre una importante grieta en el marcador y, presumiblemente, puede servir para anestesiar al Alavés, y sin perder un minuto, Samu devuelve el partido a la citada diferencia, un Objetivos que pueden provocar dolores de cabeza, acidez de estómago y diversas consecuencias físicas en un organismo que lleva tanto tiempo castigado.

1

Sivera, Rubén Duarte, Rafa Marín, Javi López, Nahuel Tenaglia (Ianis Hagi, min. 77), Ander Guevara, Alex Sola, Luis Rioja (Abde Rebbach, min. 63), Antonio Blanco (Carlos Benavídez, min. 77), Guridi (Giuliano Simeone, min. 63) y Samu Omorodion

3

Iñaki Peña, Cancelo (Hector Fort, min. 45), Pau Cubarsí, Koundé, Ronald Araújo, Gündogan (Vitor Roque, min. 59), A. Christensen (Íñigo Martínez, min. 82), Frenkie De Jong, Lewandowski, Lamine Yamal y Pedri (Fermín López, min. 74)

Objetivos 0-1 minuto. 22: Lewandowski. 0-2 minutos 49: Gundogan. 1-2 minutos 50: Samu Omorodion. 1-3 minutos 62: Vítor Roque.

Árbitro Juan Martínez Munuera

Tarjetas amarillas Samu Omorodion (min. 11), Vitor Roque (min. 66) y Alex Sola (min. 96)

Pero como remedio casero surge Vitor Roque, quien, a primera vista, es uno de los futbolistas que tiene el gol metido en el pie, para aliviar un sufrimiento temporal, que regresa, porque la receta del fogoso brasileño tiene contraindicaciones. Dos tarjetas amarillas en poco tiempo le dejan fuera del partido y dejan al Barça con diez hombres, otra vez sufriendo, y pensando en alguien que dé un curso sobre el reglamento a los jugadores, -nadie piensa en Negreira ni en nadie de su familia-. -, porque en medio de las protestas, Araujo aparece pidiendo el VAR, dibujando con ambas manos el ya famoso rectángulo, en una situación que el complicísimo protocolo de la máquina no contempla. «Recurriremos esa tarjeta», dice Xavi, y empieza a hablar de arbitraje, comentándolo por última vez mientras es entrenador del Barcelona. “No necesito repetirlo, ustedes lo vieron”, pregunta a los periodistas. “Sólo pido que nos dejen competir. Hoy hay otro error evidente», y Xavi Hernández se presenta con tono victimista: «Creo que estamos pagando el caso Negreira, es la verdad», e insiste: «Pero ya no hablaré de los árbitros, aunque Otro error más, y no quiero hablar más de eso porque sino me matarás. «Lo prometo, no hablaré».

Tampoco quiere replicar al técnico del Real Madrid por sus declaraciones según las cuales no se rebajará al nivel del técnico del Barça por respeto al fútbol español. “Tengo una excelente relación con Ancelotti. Quizás se sintió presionado por mis palabras, pero no se trata de él. Máximo respeto para Ancelotti”, subraya. Y marca otra línea roja, cuando hablan de que el Barça se construye: «Ya ni diré la palabra construir».

Sin embargo, para alegría del técnico azulgrana, acérrimo defensor del buen desempeño sobre el terreno de juego, el partido decae con la superioridad numérica del Alavés, que, como un niño con una regla de cálculo en la mano, no sabe qué hacer. con ella. Lo mueve de un lado a otro, la regla y la pelota, pero sin resultados prácticos. Nada que rascar, ni siquiera un derechazo y mucho menos con un Barça de hormigón armado en el último cuarto de hora, con Iñigo Martínez custodiando la viña y Oriol Romeu tapando los agujeros con una paleta de albañil. Así que para Xavi y su equipo hasta el 30 de junio las cosas acabaron como esperaban, para su satisfacción. “Me voy muy feliz. Mi sensación es que éramos un equipo maduro. El penalti es aquel gol encajado con el partido controlado. «Defendimos mal el área y eso me cabrea porque habíamos trabajado muy duro».

Xavi, quizás agente libre, también habla de su compromiso de dejar el club en junio. “Ya dije que creo que es la decisión correcta y esta vez logramos una victoria muy importante. Llevamos el chándal con y sin balón. Esto nos fortalece ante la lucha». Jules Koundé también lo verbalizó tras el pitido final del árbitro: “La decisión de Xavi no tiene nada que ver con la reacción del equipo. “Éramos conscientes de que había que recuperar la esencia del año pasado y, sobre todo, competir y tener alma”. Pese a que Álex Sola, desde la otra acera, asegurara que «estuvimos ahí».

Y aunque el futuro de Xavi Hernández en el Barça está sellado, empieza a hablar de Lamine Yamal, y le brillan los ojos: «Tiene toda mi confianza, he hablado mucho con él. Todo su futuro dependerá de lo que haga», recuerda, «está trabajando mucho, porque es un adolescente, pero lo tiene todo para ser un gran jugador. No se cansa a sus 16 años. Tiene un talento enorme. Es algo de lo que estoy muy feliz».

Así, pese al sufrimiento, sale contento de Vitoria: “Te pregunta Mendizorroza. Aquí no todos ganan así.» No le duele la cabeza.

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