sábado, julio 27

Cómo evitar captchas, cookies, 404 y otras pesadillas informáticas | Tu tecnología | Aldea

Quién no recuerda el famoso vídeo: un empleado se enfada por la aparente ineficacia de su ordenador y empieza a discutir con él… Más de 30 millones de visualizaciones atestiguan que el manejo de un ordenador a veces puede poner de los nervios a cualquiera. Una ventana emergente en medio de la reserva de una mesa en un restaurante o al realizar una transferencia bancaria puede arruinar todo el proceso. Un conflicto que arruina la experiencia del usuario y puede resultar frustrante. ¿Por qué debería validar lo odiado? galletas ¿Cada vez que entro a una nueva página web? ¿Por qué tengo que resolver complicados acertijos captcha para demostrar que soy humano?

Gestionar las interacciones con el mundo desde una computadora puede resultar extremadamente frustrante, especialmente en momentos de prisa o necesidad. Para evitar esas interrupciones que pueden trastocar todos los planes, rememoramos los momentos más desesperados frente a la pantalla con consejos para intentar evitarlos, aunque no siempre sea posible.

Acoso de cookies

Es una pesadilla demasiado común: accedemos a una página web y una notificación ocupa la pantalla invitándonos a aceptar las que ya odiamos. galletas. Esta interrupción, si bien está regulada y es necesaria por leyes de privacidad como el GDPR, interrumpe el flujo de nuestro negocio y puede resultar exasperante. Sin embargo, ignoramos una parte necesaria: “Mantienen la seguridad y privacidad de los usuarios en un nivel positivo”, defiende Fernando Suárez, presidente del Consejo General de las Facultades de Ingeniería Informática.

Suárez se refiere a la causa que provocó que apareciera esta molesta interrupción. ¿Qué son exactamente? Un pequeño archivo de datos que se guarda en su navegador cuando visita una página web. Este archivo facilita el seguimiento y el almacenamiento de información sobre la actividad del usuario. Aunque el galletas Ayudan a optimizar la experiencia de navegación adaptando el contenido y preservando sus preferencias, lo que genera serias preocupaciones sobre la privacidad. Esto se debe a que recopilan información personal y patrones de comportamiento en línea, a menudo sin el consentimiento claro y explícito del usuario.

“Los usuarios aceptan prácticamente de forma indiscriminada todas las condiciones de uso que se les imponen”, advierte Suárez. ¿Y alguien realmente lee las condiciones del galletas? En definitiva, se gestionan como un letra pequeña que se acepta para evitar la molestia del mensaje. “Creo que los usuarios buscan agilidad y rapidez mucho más que seguridad”, concluye.

Existen extensiones de navegador que se especializan en gestionar el consentimiento del usuario. galletas automáticamente y evita la molestia de tener que aceptar (o rechazar) este molesto mensaje. Estas herramientas permiten al usuario disfrutar de una navegación más fluida y fluida, aunque no siempre son efectivas. Los más populares son: No me importan las cookies y Consent-O-Matic.

El laberinto de captchas

Si el galletas Los captchas, que representan un verdadero desafío a la paciencia del internauta, elevan aún más este nivel. El nombre en sí proviene del acrónimo de la prueba de Turing pública y totalmente automatizada para diferenciar las computadoras de los humanos. Estas pruebas de verificación pueden resultar engorrosas y confusas. Su función, sin embargo, es necesaria: son la única barrera que mantiene a raya a los bots. ¿De qué se trata? Se trata de pruebas para cuya resolución se considera imprescindible la intervención humana. Son los clásicos puzles que ves en pantalla que tienes que resolver o mensajes como «marca todas las casillas que contienen semáforos». Cuando se trata de pruebas de reconocimiento de imágenes o de distorsión de texto, no siempre son claras y fáciles de superar, lo que lleva al usuario a perder tiempo en múltiples intentos.

“Son molestas, pero necesarias”, afirma Suárez, “por eso, como usuario, soy partidario de este tipo de herramientas, pero sobre todo creo que debemos incidir en la conciencia colectiva de su importancia, de su necesidad”. ¿Se pueden evitar? La mala noticia es que, a nivel de usuario, no queda más remedio que superar estas pruebas para conseguir una navegación segura y conseguir que Internet no sea invadido por bots.

En cualquier caso, la biometría se perfila como una alternativa interesante: las tecnologías de reconocimiento facial o de huellas dactilares podrían sustituir tanto a las contraseñas como al captcha, agilizando el proceso de verificación.

La invasión de los pop-ups

Las ventanas emergentes que solicitan nuestra dirección de correo electrónico o nos solicitan habilitar notificaciones interrumpen nuestra concentración y agregan pasos adicionales para acceder al contenido deseado. En ocasiones su presencia es necesaria, pero en la mayoría de los casos se trata de avisos que, paradójicamente, intentan averiguar la satisfacción del usuario. ¿Se pueden reducir? La buena noticia es que sí, y muy sencilla: navegadores como Chrome y Safari ofrecen funciones de bloqueo de ventanas emergentes.

En Chrome, esta opción se encuentra en Configuración > Privacidad y seguridad > Configuración del sitio > Ventanas emergentes y redirecciones, donde debes asegurarte de que esté configurado para bloquear ventanas emergentes. En Safari está disponible en Preferencias > Sitios web > Ventanas emergentes y selecciona la opción Bloquear.

El torbellino de las actualizaciones automáticas

Justo cuando estamos en medio de una tarea importante, el sistema decide instalar actualizaciones, lo que puede provocar que el ordenador se ralentice o incluso se reinicie. ¿Cómo evitarlo? El usuario puede programar actualizaciones para que ocurran en momentos en que la computadora no esté en uso, esta es una forma de evitar interrupciones inconvenientes. En cualquier caso es posible configurarlo para que el sistema no se actualice sin el permiso del usuario.

Para evitar actualizaciones automáticas en Windows, el usuario debe iniciar sesión ColocaciónEntonces Actualizar Y Seguridad para pausar o cambiar actualizaciones. En macOS, el usuario puede desactivar las actualizaciones automáticas desde Preferencias del sistema/Actualización de software y desmarca la casilla Mantén tu Mac actualizado.

Vídeos que no terminan de cargarse

No hay nada más irritante que un vídeo de YouTube que se detiene constantemente cuando la conexión es deficiente y ve girar el reloj de carga. Casi peor, el sistema ofrece una alternativa para reducir la calidad de reproducción a unos ofensivos 480p. En realidad, el sistema ofrece al usuario el flujo de datos que disfruta en ese momento, pero, pese a ello, se puede intentar engañar a la plataforma para que siga ofreciendo contenidos en HD (al menos en 720p).

¿COMO? La solución más sencilla es consultar y suscribirse al servicio premium de la plataforma, que permite descargar contenidos en el navegador y así evitar problemas de conexión. Para aquellos que no quieren gastar, la solución de bajo costo es pausar el video y esperar a que almacenamiento en búfer Guarde el contenido y haga clic en «Reproducir» nuevamente. Si el problema es temporal y se debe a un pico de dispositivos conectados a la red, es recomendable desconectar estos dispositivos para darle prioridad al que está reproduciendo los vídeos.

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