sábado, julio 27

El Barcelona cae en el Palau por primera vez en la Euroliga ante Armani | Baloncesto | Deportes

Armani creó un traje para el Barcelona en el Palau. El hambre y las ganas de comer se combinan para registrar la primera derrota del Barça en la Euroliga en su campo en más de un año. Sumido en una minicrisis, tras las derrotas ligueras ante Zaragoza y Manresa, el Barça no pudo reaccionar ante un Milan atormentado por las víctimas, entre ellas Nikola Mirotic, que estará de baja al menos seis semanas y que, sin embargo, le puso «corazón». «Actitud y disciplina», palabras de Messina, su entrenador, muy satisfecho con el juego de sus hombres. «La disciplina es dejar triples al final del partido, porque si no los aciertas te harán mucho daño». , porque estás cansado».

Clasificación de la Euroliga.

Esto fue al final, claro, porque al principio el Milan corrió y disparó desde fuera de la línea para conseguir una ventaja que el Barcelona no logró neutralizar durante todo el partido. Los primeros 12 puntos de los italianos llegaron desde fuera, con Shields como punta de lanza de los suyos, imperceptible en su disparo gracias a los tapones y pases rápidos de sus compañeros. El 10-19 inicial desmanteló al Barça, que quiso responder del mismo modo, pero con muy poco éxito. Cuando quedaban 3:08 del primer cuarto, Armani duplicó la ventaja del Barça en el marcador (12-24). Un triple de Voigtman aumentó la diferencia que sólo una tímida reacción local redujo a 10 puntos (19-29) antes del final del tiempo.

En el segundo cuarto apareció la figura de Laprovittola para intentar poner orden en el juego con un par de canastas increíbles, pero al argentino pronto se le acabó la energía, porque el Milán presionaba en cada jugada. Al descanso el equipo de Messina ganaba 40-51, tras intentar 19 triples y nueve goles.

Se rindió en la segunda mitad, cuando parecía que el Barça daba un paso más, pero nadie parecía liderar la remontada. Satoransky intentó ser protagonista, pero los italianos comprendieron enseguida que no era su día y le lanzaron al triple. Cometió muchos errores (0 de 4). Nadie más lo ha intentado. Cada vez que había un atisbo de reacción, surgía alguna sorpresa por parte de Armani, casi siempre de Hall (21 puntos). El Barça nunca consiguió adelantarse en el marcador y cuando tuvo la oportunidad de recortar distancias sucedieron cosas raras, aparte del desconcertante arbitraje del trío que se presentó en el Palau, que no gustó a nadie. La acción más llamativa se produjo, en uno de los pocos momentos de furia del Barça, cuando Kalinic, que había anotado tres de sus cinco triples, intentó otro para llevar a su equipo a los tres puntos, y el balón se le escapó al armar el disparo. .

Otra desgracia, entre muchas, que llevó al Barcelona a su primera derrota sobre su césped.

Olympiacós, 56 – Valencia, 63

El Valencia completó una defensa sorprendente al desmantelar al Olympiacos en El Pireo (56-63), en un partido con pocos goles, y no tanto por los porcentajes de tiro, que se mantuvieron aparentemente normales, sino porque ninguno de los dos equipos consiguió salir bien parado. situaciones para anotar. Se prohibió correr y se planificaron jugadas de ajedrez para liberar espacios de tiro. La frialdad de Jovic, Jones y Davies ayudó a inclinar el partido a favor de los españoles.

Tras la máxima paridad en el primer cuarto (15-14), el equilibrio se rompió en el segundo, cuando Alex Mumbrú metió el turbo, tanto en la fase defensiva como en la ofensiva. Dejaron al Olympiacos en alto y seco con sólo 11 puntos y llegaron a 21 con goles en propia meta. Salió bien, sí, porque, aunque pueda parecer exagerado con un marcador nada del otro mundo, lo parecía en un partido en el que golpear la canasta contraria parecía un acierto. Ese 11-21 determinaría el resto del partido, porque en el tercer cuarto volvimos a un marcador infantil (12-12) y de nuevo a ese empate máximo que sólo se rompió durante diez minutos.

La selección griega presionó al final del partido. Aunque Davies se mantuvo tranquilo como metrónomo valenciano, y pese a que la diferencia se mantuvo en torno a los diez puntos, se redujo a apenas cinco en 2:41. Sin embargo, la buena defensa del Valencia siguió funcionando y, aunque la ventaja se mantuvo en cuatro a falta de 12 segundos, el balón fue del equipo de Mumbrú, que puso la puntilla con un triple al sonar de sirena.

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