domingo, octubre 6

Manual para torpes digitales: qué hacer cuando te pillan cotilleando sobre una foto en Instagram o un perfil de WhatsApp | Tecnología

Recibes una videollamada a las 4 de la madrugada de un ex con el que no has tenido contacto desde hace años, huelga Me gusta en una foto de tu vecino en Instagram, hacer un retweet no deseado de alguien que odias… Se trata de pequeños lapsus que pueden alcanzar la categoría de tragedia social o, en el mejor de los casos, de «Tierra». trágame” del cual es difícil escapar. Es el bochornoso momento que se produce cuando, al diablo con la curiosidad humana, quien está revisando sus fotos de perfil de WhatsApp pulsa sin querer el botón de llamada o videollamada, y la plataforma no tiene piedad: en el momento en que la yema del dedo acaricia ese botón letal, se corta la llamada. se desencadena, con la consiguiente notificación al chisme. También hablamos de «me gusta» accidentales, una foto publicada en Facebook o Instagram, una orgía de tonterías de alguien que se encontró en el peor momento y en el lugar equivocado. Un doble clic con el dedo, mucho más sencillo de lo que pueda parecer, a una persona con la que no tenemos contacto, abre las puertas a un mundo subterráneo en el que nadie quiere entrar.

El ‘tierra, trágame’ que todos quieren evitar

“Lo primero es asumir que ‘metí la pata’ (perdón)”, explica Mauro A. Fuentes, profesor de estrategia y contenidos digitales de la escuela de negocios IsDI, “por si estás acechando”. Las fuentes citan el término en Internet. provenir (stalking, en inglés) que describe estas actitudes de chisme online, o acoso digital tipificado por el código penal en los casos más graves.

En ese caso, cualquier explicación dada que no sea la real será aún más humillante para el que tiene el gatillo fácil (y es torpe). “Hay que intentar no quedar en ridículo poniendo excusas extrañas”, explica el experto. “Cuando intentas explicar un motivo no creíble, el sentimiento de vergüenza será difícil de olvidar”, añade.

A Juan (persona que prefiere permanecer en el anonimato) le pasó algo parecido: en un grupo creado por ex compañeros de la universidad y en una noche de insomnio, decidió que sería buena idea revisar las fotos de perfil de sus integrantes, para ver cómo el paso del tiempo había tratado a sus amigos. Juan se detuvo en el perfil de un colega, amigo de su mujer, y con un mal movimiento en el sofá apretó el ‘botón nuclear’. Y a las tres de la madrugada, para un escarnio aún mayor. ¿Hacer? Nuestro protagonista eligió la mejor opción (si es que hay una buena): le escribió un mensaje a esta persona, al mismo tiempo, explicándole la verdad y disculpándose. Hoy, confiesa, lo recuerdan como una cariñosa anécdota.

Lo más importante: no pierdas los estribos

«Las reacciones más habituales pueden ser miedo, incredulidad («esto no pudo pasar») y vergüenza», explica el psicólogo Joan Salvador Villalonga. “Son reacciones normales, que experimentaremos en muchos otros momentos de la vida y para las que es mejor respirar profundamente para encontrar la calma”, añade. Este experto recomienda no entrar en pánico, ya que “la emoción intensa, sea la que sea, dificulta mucho la toma de decisiones importantes”. Ante este clic accidental, existen varias alternativas con las que intentar salir del atolladero, pero «sea como sea, la decisión hay que tomarla con calma».

En la mayoría de los casos el incidente quedará como un vago recuerdo en la memoria de las personas involucradas. “Sólo cuando ese clic o esa videollamada involuntaria pueda tener consecuencias graves debemos preocuparnos”, explica Villalonga. “Por ejemplo, cuando lo hacemos en el perfil de nuestro jefe durante una entrevista de trabajo”, afirma.

¿Por qué las plataformas no evitan esta mala situación?

Los hechos demuestran que las plataformas no hacen lo suficiente para prevenir estos incidentes. ¿Por qué en WhatsApp aparece el botón de videollamada al lado de la foto de perfil? ¿Por qué es tan fácil hacer doble clic en una pantalla donde el gesto natural requiere tener los dedos sobre ella? ¿Se trata de un problema de diseño de interfaz deliberado o accidental? Fuentes aclara su sospecha: “Tengo la sensación de que determinadas funciones pueden estar cerca intencionadamente”, explica, “como cuando una plataforma cambia la posición de botones y funciones donde el riesgo aumenta hasta la certeza absoluta de que uno puede cometer un error. «

Este experto en comunicación digital se refiere a los «errores no forzados» a los que a veces conduce Instagram: «Es bastante común responder por error a la historia que te envía un amigo, y esa respuesta va al autor original y no a tu amigo». En este sentido, Fuentes sugiere que las plataformas tengan disponibles herramientas «para advertir» al usuario antes de que cometa algo absurdo. Podrías así activar una pequeña alerta que se activa cuando realizas una videollamada a alguien que ni siquiera está entre tus contactos.

Para evitar al máximo la posibilidad de tener esta mala experiencia, los expertos recomiendan tener precaución a la hora de querer espiar la foto de perfil de alguien. Y si el desastre ya ha ocurrido, lo mejor es siempre decir la verdad: quedará en el recuerdo que el culpable fue ante todo valiente y sincero (además, evidentemente, de la charlatanería).

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