domingo, octubre 6

El ‘boom’ del retinol: beneficios y riesgos del producto «anti-envejecimiento» que está enloqueciendo a TikTok | salud y Bienestar

Alba Fernández Palacios empezó a cuidar su piel hace tres años porque tenía acné. En su rutina facial, que desarrolló siguiendo los consejos de dermatólogos en las redes sociales, incluye retinol. “Lo uso para quitar los granitos”, afirma esta madrileña de 30 años. Él no es el único. A medida que más usuarios hablan de la “magia” de este producto en TikTok, las autoridades intentan garantizar la seguridad del consumidor. El 3 de abril de 2024, la Comisión Europea aprobó un nuevo reglamento que limita el uso de retinol en productos cosméticos a un máximo del 0,3%. EL PAÍS habló con varios dermatólogos para entender el porqué y alcance de esta decisión.

El retinol es un derivado de la vitamina A. «Es uno de los principios activos más utilizados en cosmética porque es el Anti edad por excelencia», explica Rosa del Río, dermatóloga responsable de la Unidad de Estética Facial del Grupo Pedro Jaén. El producto es tan apreciado porque «favorece la renovación de la superficie cutánea, haciendo que la piel esté más uniforme, tersa y luminosa». Además, «reduce las líneas de expresión y arrugas, aclara las imperfecciones, unifica el tono y favorece la producción de colágeno, elemento directamente ligado a la firmeza y consistencia de la piel».

Fernández considera que el retinol suaviza el rostro, ayuda a “rellenar las mini arrugas” y cree que aclara las manchas “muy poco a poco”. A pesar de sus beneficios, este producto debe utilizarse con precaución. Si no se utiliza en la concentración adecuada o no se tienen en cuenta las características de cada persona, puede irritar la piel, como señala Del Río. Los dermatólogos consultados por EL PAÍS recomiendan empezar a utilizarlo en días alternos, por la noche, en concentraciones bajas e ir aumentando ambos factores a medida que la piel se vaya acostumbrando. Además, insisten en la importancia de protegerse del sol.

Fernández empezó a aplicarse retinol al 0,1% dos o tres días por semana. Como vio que no tenía efectos secundarios decidió usarlo “cada dos días y cada dos días”. Y finalmente empezó a usarlo a diario. Aunque el retinol que utiliza es de baja concentración, desde hace un mes nota daños en algunas zonas de su rostro: «Tengo descamación y sequedad en la barbilla, parte de la nariz y las mejillas, y cuando río noto mucho «Estrechez». No es la primera vez que esto sucede. En estos casos, dejar de aplicar retinol y aplicar una “crema muy hidratante” por la noche.

Este producto se ha vuelto tan popular gracias al aumento de las rutinas cosméticas y de cuidado de la piel en las redes sociales, según afirman los dermatólogos Miguel Sánchez Viera y Sara Gómez Armayones, miembros del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica de la Academia Española de Dermatología y Venereología ( AEDV). Ambos expertos observaron a menudo un uso inadecuado o innecesario de retinol, lo que no está exento de complicaciones. Entre ellas, se menciona la aparición de eccemas severos o el empeoramiento de enfermedades epidémicas de la piel como la dermatitis atópica o la rosácea.

Qué cambia con la nueva regulación

La nueva normativa europea limitará el retinol a una concentración máxima del 0,3% para productos de cosmética facial y del 0,05% para productos corporales. A partir del 1 de noviembre de 2025, ya no podrán comercializarse productos cosméticos con concentraciones superiores a las indicadas y a partir del 1 de mayo de 2027 dichos productos ya no podrán comercializarse.

La Comisión Europea tomó esta decisión basándose en las recomendaciones del Comité Científico de Seguridad del Consumidor (SCCS), publicadas en octubre de 2022: “Se puede concluir que existe un riesgo potencial para la salud humana por el uso de vitamina A en productos cosméticos cuando su concentración supera ciertos niveles».

El dermatólogo Alexandre Docampo explica que el SCCS recomienda la limitación «no porque los productos tópicos que contienen retinol en altas concentraciones sean nocivos para la piel -que no lo son, siempre que se apliquen de forma gradual-, sino porque hay un porcentaje de la población con una exceso de vitamina A, procedente de alimentos o suplementos vitamínicos”.

El experto explica que al ser los retinoides derivados de la vitamina A, «existe un riesgo teórico de que, una vez aplicados sobre la piel, sean absorbidos a la circulación sistémica, contribuyendo a ese exceso de vitamina A en algunas personas». La recomendación de limitar la concentración de retinol es, en su opinión, una medida de precaución.

Según el SCCS, el 5% de la población está expuesta a niveles elevados de vitamina A, una vitamina liposoluble que se almacena en el hígado. Un exceso de esta vitamina, también conocida como hipervitaminosis A, puede provocar fuertes dolores de cabeza, visión borrosa, náuseas, mareos, dolores musculares y problemas de coordinación. “En casos graves, la presión del líquido cefalorraquídeo puede aumentar, provocando somnolencia y, en última instancia, coma e incluso la muerte”, indican los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU.

El objetivo de la nueva normativa, según Del Río, es que la exposición global de la población a la vitamina A no supere los límites de seguridad y que no se produzcan problemas en la piel por cosméticos con concentraciones demasiado elevadas. El experto cree que la normativa europea busca regular la concentración de retinol en los cosméticos para hacerlos más seguros. “Hasta ahora no había ningún límite legal y esto desdibuja la línea entre lo que es un cosmético y lo que es un medicamento (un producto que debe ser prescrito y controlado por un médico)”, afirma.

“Suficiente” para la población general

“Algunas personas han confundido esto con el retinol, que daña la piel, probablemente porque cuando comienzas a usarlo experimentas los efectos esperados de descamación y enrojecimiento, que son más notorios en pieles no acostumbradas que comienzan a usar altas concentraciones”, dice Docampo. En cualquier caso, el experto asegura que una concentración del 0,3% es «más que suficiente» en la población general para prevenir al máximo el envejecimiento cutáneo.

En algunos casos puede ser necesaria una concentración mayor: “Cuando tenemos que tratar patologías como el melasma o el acné, en ocasiones necesitamos concentraciones mayores, ya que su capacidad para acelerar el recambio epidérmico y transformar la piel es mucho mayor”. Según Del Río, también pueden ser necesarias concentraciones más altas peladura productos químicos en consulta -por ejemplo, para tratar marcas y cicatrices de acné o para darle a la piel una textura más uniforme- o en pacientes con afecciones cutáneas como acné, psoriasis o fotoenvejecimiento.

Aún no está claro si los dermatólogos o las clínicas médicas podrán prescribir retinol en una concentración mayor, según Armayones: «No lo sabemos porque la Comisión Europea no se ha pronunciado al respecto». Sin embargo, el experto cree probable que, por indicaciones médicas, los especialistas puedan prescribir o incluso formular retinol en concentraciones superiores al 0,3%.

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