sábado, julio 27

Girona vuelve a levantar cabeza con una excelente victoria | Fútbol | Deportes

En Girona ya nadie se esconde, y menos su entrenador, que siempre ha sido muy directo y ambicioso: el reto es clasificarse para la Champions. La victoria ante Osasuna respalda las aspiraciones de Míchel y del club de Montilivi. A falta de diez partidos para el final del campeonato, el techo es el segundo lugar de la tabla, después de que la ventaja fuera el motor de la primera ronda del campeonato. Aspirar a la segunda plaza les permitió superar una vez más al Barcelona y dejar al quinto equipo a 12 puntos: el Athletic juega este domingo en Las Palmas.

2

Gazzaniga, David López, Eric García, Daley Blind, Aleix García, Miguel Gutiérrez, Tsygankov (Yan Couto, min. 63), Iván Martín (Jastin García, min. 91), Portu (Jhon Solís, min. 80), Sávio ( Pablo Torre, min. 91) y Dovbyk (Stuani, min. 80)

0

Herrera, Unai García, Jorge Herrando, Catena, Aimar Oroz, Mojica, Jon Moncayola, Jesús Areso (Pablo Ibáñez, min. 88), Lucas Torró (Moi Gómez, min. 69), Rubén García (Raúl García de Haro, min. 69) y Ante Budimir (Arnáiz, min. 88)

Objetivos 1-0 minutos 12: Oporto. 2-0 minutos. 86: Savio.

Árbitro Mateo Busquets Ferrer

Tarjetas amarillas Iván Martín (min. 34), Jorge Herrando (min. 44), Eric García (min. 57), Portu (min. 67), Jesús Areso (min. 72) y Moi Gómez (min. 94)

Osasuna no tiene nada que decir sobre el once del Girona, muy tranquilo y fiable en defensa, reforzado con la vuelta de Blind, y selectivo y aplicado en ataque, siempre dinamizado por Savinho. El regreso a Montilivi resultó terapéutico para los chicos de Míchel en un partido clave tras la derrota vivida en suelo extranjero tras la derrota en Madrid.

El libro de estilo del Girona, en cualquier caso, es innegociable, al margen de los resultados, que han sido negativos en los últimos enfrentamientos ante el Bernabéu, San Mamés y Mallorca. El pase como hilo conductor del partido es una constante en el equipo de Míchel. El balón no se saca, se juega de área a área, de Eric García a Portu tras el paso por Tsygankov. El toque del central fue tan preciso como el pase en profundidad del atacante ucraniano y el marcaje del centrocampista, infalible ante Sergio Herrera. El juego entre líneas de Portu desmonta la defensa de tres centrales dispuesta por Arrasate.

A favor del resultado, los de Míchel hicieron más por controlar el partido que por entrar en el área de Osasuna. Los navarros empiezan a ganar metros sobre el césped y a tener el balón, para preocupación de la afición de Montilivi. La lluvia también dificultó la precisión y exigió físicamente a los jugadores, contexto que favoreció a los navarros, más golosos y concentrados, aunque los disparos de Mojica y Moncayola no encontraron la portería de Gazzaniga. El Girona agradece la llegada del descanso para el último disparo de Osasuna.

El panorama no cambió tras la reanudación porque el equipo de Arrasate no tuvo profundidad para desarmar al equipo de Míchel. Los atacantes rojiblancos estaban demasiado lejos de la portería de Herrera. Así, el partido transcurre lentamente, sin picos de juego ni incidentes, con los entrenadores más espectadores que interventores, hasta que Savinho toma el balón y Catena detiene su carrera. El árbitro no pitó ni el VAR pitó penalti ante la protesta de la afición, preocupada ya por la lesión de Tsygankov, asistente de Portu.

Aunque Osasuna intentó cargar su línea ofensiva en la rueda de suplentes, el jugador más desequilibrante fue Savinho, internacional brasileño junto a Yan Couto, que también estuvo en escena tras sustituir a Tsygankov. El goleador Budimir no pudo alcanzar posiciones de tiro ni con Blind ni con Dovbyk. El resultado fue a costa de una acción, o si se quiere, de un error o un accidente, más que de un juego colectivo debido al mal estilo futbolístico de Osasuna y también del Girona, menos alegre y atractivo que en los partidos anteriores. unos, esperando en el tramo final del Stuani.

El uruguayo falla un disparo clarísimo y luego con su rebote evita que se valide el gol de Savinho. El brasileño, sin embargo, no se rindió y perseveró hasta marcar un golazo que cerró una espléndida jornada de recuperación del Girona. Nada mejor para responder a la presión que una victoria indiscutible por 2-0.

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