sábado, julio 27

Valencia Basket, campeón de la Copa de la Reina al aplastar al Casademont Zaragoza | Baloncesto | Deportes

El Valencia Basket reafirmó su supremacía en el baloncesto español y, diez meses después de conquistar el campeonato, completó su colección de títulos nacionales con el único que le faltaba -cuenta con dos Supercopas-, la Copa de la Reina. Un trofeo obtenido tras aplastar (77-53) a un gran rival, el Casademont Zaragoza, que sufrió mucho con la defensa valenciana y con un calendario infernal que les obligó a disputar tres partidos en apenas 40 horas. Programación loca que dañó el espectáculo.

La Copa levantó una reina inesperada. Leti Romero había hecho una temporada sin grandes alardes y se marchaba de Huelva, desde el Polideportivo Carolina Marín, con el título y el MVP tras una estupenda actuación, con 17 puntos en la primera parte. El base canario se convirtió en un tormento ofensivo que Casademont Zaragoza podría haber compensado con un buen ataque, pero allí chocó con la extraordinaria defensa del Valencia Basket, especialmente la dirigida por el extremo Queralt Casas, que devoró a Leo Fiebich, la estrella del Zaragoza. y Ialina Iagupova, la delantera ucraniana que prácticamente duplicó el poder físico de Tanaya Atkinson.

El gran trabajo conjunto de las jugadoras de Rubén Burgos lo completaron las dos internas, Nadia Fingall y Marriett Hempe, que también ganaron duelos en el área. Fiebich se sorprendió después de que Queralt le permitiera anotar sólo cuatro puntos en 34 minutos. La alemana sólo respiró cuando su compañero se dirigió al banquillo, con el banderín izado y la final resuelta.

Los jugadores del Valencia Basket celebran su victoria.Julián Pérez (FE)

La solidez defensiva del Valencia Basket ha dejado unas estadísticas reveladoras. Una fue que Casademont Zaragoza sólo pudo conseguir tres rebotes ofensivos en toda la final. Otro, que en el primer cuarto de los únicos 12 puntos que logró sumar el equipo de Carlos Cantero, siete llegaron de tiros libres. A eso sólo pudo sumar un dos y un triple. El Valencia, al día siguiente de su actuación defensiva ante el Movistar Estudiantes, ante el que estuvo casi nueve minutos sin marcar en el primer cuarto, envió un mensaje muy claro a su rival: tendría que sufrir mucho para superar a la defensa. .

Cantero no sabía cómo parar todo lo que le estaba pasando. Primero eliminó a Mariona Ortiz, la mejor de su equipo en semifinales, al no poder contener el acierto ofensivo de Romero, que sacó petróleo del ‘pick-and-roll’. Y luego a Leo Fiebich, que casi no podía respirar con Queralt Casas pegado a ella.

Valencia Basket también demostró que tiene un equipo diseñado para ganar títulos. En la primera mitad de la temporada atraviesa una crisis que le lleva a deshacerse de Rebeca Allen. Su suerte fue que en pleno mercado de invierno se encontró un trébol de cuatro hojas: la doble MVP de la Euroliga Alina Iagupova. Una mujer con una potencia física tan sorprendente que cambió la suerte del Valencia Basket. Aunque en ello tiene mucho que ver la templanza de Rubén Burgos, un año más sabio, el técnico con el que ascendió a la máxima categoría en 2018 y que hoy, seis años después, dirige un equipo de campeones.

Casademont Zaragoza lo ha probado con todas las combinaciones posibles. Juega un billete de lotería para la delantera Petra Holesinska, dale minutos a Aleksa Gulbe, que completó una Copa importante, o prueba la suerte con una defensa zonal que no ha dado frutos. Los todavía campeones estaban a seis puntos (24-18). No empezaron desde allí. A Leti Romero no le importaba lo que tuviera delante. El jugador de Agüimes (Gran Canaria) vivió uno de esos días en los que los tiradores ven la canasta un poco más grande de lo habitual y, con mucha confianza después de una excelente Copa, anotó cinco puntos en el último minuto del segundo cuarto tirando de su equipo por delante por 17 puntos al descanso (47-30).

La base del Valencia Critina Oubiña (derecha) controla el balón ante un jugador del Casademont Zaragoza este domingo.Julián Pérez (FE)

El Casademont Zaragoza no pudo resistir el reto que el conjunto valenciano planteó con su defensa y, minuto tras minuto, se hundió ante un equipo que no se rindió. El calendario absurdo de esta Copa, también tan dispar, con un partido el viernes finalizando casi a las once de la noche, un segundo el sábado, con 17 horas de descanso, a las 15 horas, y la final, sin 18 horas de descuento, a las Las 12.30 horas del domingo dejaron impotentes a los defensores del título, que acabaron aplastados bajo el puño de un implacable Valencia Basket.

La nueva campeona ni siquiera echó de menos a Raquel Carrera, su jugadora franquicia, estrella del baloncesto europeo, que resultó gravemente herida -se rompió el ligamento cruzado de la rodilla- en el primer partido. Sus compañeras dieron el paso al frente para regalarle esta Copa y, delante de todos, Leti Romero, una jugadora que ha maravillado desde pequeña. La base debutó en la Liga Femenina con tan solo 15 años y fue MVP del Europeo sub-20. Después de tres años en la liga universitaria estadounidense, renunció a la WNBA y regresó a Europa para jugar en el USK Praga. Hasta que, en 2019, se incorporó al proyecto ganador del Valencia Basket con el que consiguió títulos muy importantes. Esta temporada no ha conseguido brillar. Su mejor puntuación fue de 13 puntos. Hasta que llega a Huelva y hace gala de todo su talento (19 puntos y cuatro rebotes) para llevar a su equipo al título.

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